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El turismo sostenible, un camino para vivir experiencias gratificantes y cuidar el planeta

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Hace casi una década, como editor de una revista de negocios, visité lo que conocemos como sur profundo de República Dominicana: aquella zona de nuestro país que está más cerca de Haití y que posee grandes zonas rurales, hermosos ríos, grandiosos acantilados, playas pedregosas y ricos balnearios.

En esa ocasión visitamos Barahona y Pedernales como parte de la red de periodistas que eran invitados por un proyecto de la USAID que promovía el desarrollo turístico sostenible en nuestro país.

Ahí me di cuenta de algo. Conocer el Hoyo de Pelempito, bañarse en las tranquilas y hermosas aguas de Bahía de las Águilas o Cabo Rojo, no era suficiente para el turismo que necesitamos hoy día.

Me di cuenta de esto cuando visitamos diferentes tipos de hoteles, tanto en Pedernales como en Bahoruco y Barahona. Estos establecimientos están diseñados para atraer a los viajeros que van a contemplar las bellezas naturales de estas zonas. Sin embargo, a la mayoría les faltaba algo: el cuidado ambiental o, mejor dicho, la remediación ambiental.

El turismo sostenible es un camino que nos permite vivir experiencias gratificantes, pero no será sustentable, si no cuidamos el planeta. Eso es prácticamente obligatorio. ¿Por qué lo digo?

Cada vez nos damos cuenta de que los recursos se pueden agotar y que vamos en una carrera desenfrenada en que gastamos más de lo que el planeta nos puede ofrecer. De esa manera, toda apuesta turística, ya sea hospedaje, alimenticia o simplemente complementaria, debe tomar en cuenta cómo preservar las aguas, cómo cuidar el medioambiente y cómo generar energía de manera más limpia.

Por eso, al escribir este texto, recuerdo esos viajes que hicimos al suroeste hace casi una década. Porque en medio de una zona montañosa, hermosamente verde y completamente rural, conocimos un hotel que no lanzaba las aguas sucias de su hospedaje al mar, sino que tenía una planta de tratamiento, de forma que el agua servida, ya no estaba contaminada.

Aunque comparto la visión de la Organización Mundial de Turismo (OMT), de que el turismo sostenible es aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas, creo que es necesario precisar esas repercusiones y que antes de proceder con una operación turística, se tome en cuenta el ambiente actual y lo que podríamos provocar en el futuro, si lo dañamos desde ahora.

Así que añado a esa visión de la OMT, algunos elementos importantes que plantea Biosphere Tourism, que desarrolla certificaciones para garantizar un equilibrio adecuado a largo plazo entre las dimensiones económica, socio-cultural y medioambiental de un destino. El turismo sostenible nos ofrece:

  1. Un mínimo impacto ambiental, ya que se da un uso óptimo a los recursos medioambientales, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
  2. Respeta la autenticidad sociocultural de las comunidades locales conservando sus activos culturales y arquitectónicos, así como sus valores tradicionales.
  3. Genera empleo local, tanto directa como indirectamente.
  4. El beneficio económico se destina a la conservación o al desarrollo local, distribuyendo entre todos los agentes locales contribuyendo así, a la reducción de la pobreza.
  5. Para los turistas es una experiencia significativa que enriquece, y fomenta unas prácticas turísticas sostenibles en su propio entorno.

El beneficio del turismo sostenible tiene muchas aristas más, que podremos seguir explorando en futuras colaboraciones con Quieroloma. Sin embargo, no quiero dejar pasar el hecho de que para que exista una forma de viaje sustentable, ha sido necesario que existan turistas que quieren vivir nuevas experiencias, y aportar al mundo y proteger la naturaleza. Solo así es posible un movimiento mundial que nos ha permitido valorar lo humano, lo natural y la conservación.

Como lo dice Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial de Turismo, “un enfoque común para el desarrollo del turismo, tomado en conjunto por políticas los fabricantes, el sector privado, los turistas y la comunidad del desarrollo: pueden hacer de nuestro sector un catalizador para el crecimiento inclusivo y sostenible en las Américas, protegiendo el medio ambiente y la cultura patrimonio, así como la construcción de la paz”.

La visión de cómo el turismo sostenible o el turismo pueden apoyar al desarrollo sostenible y la Agenda 2030, será tema para otra colaboración. Mientras, disfrutemos del camino, haciendo turismo sustentable y cuidando nuestro ambiente.

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