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Villa Trina, un tesoro escondido entre las montañas de la provincia Espaillat, Moca

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La cordillera septentrional tiene una extensión de ciento ochenta kilómetros de longitud; comienza en Montecristi y se extiende hasta las cercanías de Nagua (Provincia María Trinidad Sánchez). En esta Cordillera, a seiscientos ochenta y siete metros sobre el nivel del mar, se encuentra el distrito municipal José Contreras, mejor conocido como Villa Trina, el cual forma parte geográficamente de la provincia Espaillat. Después de Constanza y Hondo Valle, Villa Trina ocupa el tercer lugar en términos de altura en nuestra media isla.

Antes de llegar al poblado de Villa Trina hay que pasar por el distrito municipal de Juan López, donde puede apreciarse la belleza encantadora de la falda de la loma, la imagen impresionante del pico el Mogote y al llegar al poblado se sienten las suaves brisas que arrullan el rostro al visitante. Desde su altura se divisa el Aeropuerto Internacional de Santiago y gran parte de la planicie del Valle del Cibao, a lo lejos se ve la imponente ciudad de Moca, también conocida como la ciudad del Viaducto. Al girar la vista hacia la izquierda se observa la ruta que conduce a Salcedo, siendo esto un excelente mirador y configurando así un paisaje único y con aroma de encanto.

El distrito municipal de José Contreras se llamaba antes “Villa Trina”: el nombre hace honor a María de los Ángeles Trinidad de Moya Pérez de Vásquez, prestigiosa dama oriunda de La Vega, quien fue esposa del expresidente mocano Felipe Horacio Vásquez Lajara. En 1924, Horacio compró esos terrenos a una familia puertorriqueña para dedicarlos a la producción de cultivos agrícolas, y le puso el nombre de Villa Trina en honor a su esposa. Se dice que Trina de Moya visitaba con anterioridad este lugar, atraída por las agradables condiciones del clima, lo que motivó la compra de este terreno por parte del esposo. 

Trina de Moya fundó y presidió en el año 1904 el Club de Damas de Moca; fue la primera mujer que en el país llevó de manera conceptual el nombre de Primera Dama de la República. Un dato olvidado. Además, fue mujer con sensibilidad poética; su poesía se caracterizó por su apego a los temas patrióticos y familiares. Cabe destacar que su libro “Patria y hogar” fue prologado por el insigne poeta dominicano Fabio Fiallo, aunque es justo reconocer y esta dama es más conocida por ser la autora del Himno a las Madres, el cual todos los años se sigue interpretando en los centros educativos de la República Dominicana. Es un himno emotivo, dulce y con letras muy significativas. 

Como ironía de la historia, el cambio de nombre de Villa Trina de manera oficial se produce en 1954, cuando el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina eleva esa comuna a la categoría de distrito municipal, bautizándolo con el nombre de José Contreras en honor a este patriota nacido en la línea noroeste, específicamente en Montecristi. Según relata la historia, Contreras formó familia y se asentó en la comunidad de Jábaba, Moca, pero su mayor mérito es haberse levantado en Moca, el 2 de mayo de 1861 contra la anexión a España, junto a José Inocencio Reyes, Cayetano Germosén y José María Rodríguez. 

José Contreras es un lugar de personas creyentes y de tradición religiosa, celebra sus fiestas patronales el día 16 de julio de cada año en honor a nuestra señora del Carmen.  Cuenta a su vez con una junta distrital, un juzgado de paz, una oficialía del estado civil, una importante banda de música y es una tradición la fábrica de mecedoras y sillas de distintos estilos y diseños. 

El distrito municipal José Contreras tuvo una época de auge en la producción de café, llegando los productores de esta importante bebida aromática a crear la Asociación de Caficultores de Villa Trina, cuyo local todavía se encuentra en Juan López Abajo. Sin embargo, debido a los bajos precios y a problemas fitosanitarios como la broca del café, este sector productivo fue mermando su producción y hoy no es un cultivo de primer orden en esta zona, aunque hay otros rubros agrícolas que se cosechan tales como la yautía, rulo, guineo y plátano. Después de esta disminución en la producción del café, por la nobleza del clima y por ser un terreno apropiado, comenzó a tener auge la producción agrícola de temperatura controlada mediante el sistema conocido como invernadero, específicamente la de vegetales.  Conjuntamente con la producción de árboles frutales, tales como el aguacate, zapote, naranjas, son los dos renglones agrícolas de mayor productividad económica en José Contreras. Aunque hay que destacar que se ha ido incrementando la siembra de cacao. Esta variedad de cultivos en esta zona privilegiada, se debe a que en términos económicos, la cordillera septentrional es quizás el sistema montañoso dominicano que cuenta con mayor actividad agrícola, lo que ha dado como resultado que los dueños de terrenos contribuyan a su vez con el equilibrio medioambiental, pues estos árboles frutales sirven de soporte a la floresta.

Si algo resulta atractivo en Villa Trina es adentrarse en la zona montañosa, en el bosque espeso y disfrutar su potencial ecológico; al final se encuentra el balneario de Los Bueyes, con su hermosa cascada. Este lugar queda a unos 19 kilómetros del referido pueblo, la vista panorámica es muy interesante y hermosa, la única limitación es el visible descalabro del sistema vial, ya que la carretera no está en óptimas condiciones. Además, conviene hacer el recorrido en vehículos aptos para este tipo de caminos. 

La ruta se inicia llegando primero a Rancho los Plátanos, un lugar que desde su entrada se siente la brisa fresca de la montaña y son muy notorias las casas tipo cabañas, las que son construidas con el propósito de las personas disfruten la tranquilidad y el ocio, el colorido y la energía que este paradisíaco lugar proporciona; esto es la razón por la que en esta zona se ha incrementado el crecimiento del turismo ecológico. 

La ruta sigue hasta llegar a un lugar llamado “Los Tratrases” y luego se halla el sector Palma Herrada. Después que se sale de Palma Herrada camino a Los Bueyes, en todo el trayecto se observa una flora espesa con abundancia de árboles de la zona y los frutales que son parte del sector productivo.

Arribar a Los Bueyes es gozar de la aventura, es escabullirse de la dictadura implacable de la monotonía cotidiana, allí se disfruta de un balneario encantador en contacto directo con las maravillas de la naturaleza con una sensación de gozo indescriptible.

Si el visitante quiere seguir disfrutando de la mansedumbre que este sitio le proporciona y pernoctar en el lugar, en Los Bueyes hallará la solución, pues en la misma carretera principal se halla el Complejo Ecológico Sereno de la Montaña, una iniciativa de la Asociación Para el Desarrollo de la Provincia Espaillat (ADEPE), y el Comité Para el Manejo de Cuencas, los cuales han realizado a su vez programas de reforestación en la zona.  Sereno de la Montaña es un hotel ecológico con diez cabañas y casas de campaña a disposición de los visitantes. Cuenta con un salón de actos y un buen espacio de entretenimiento, allí el visitante puede adentrarte en la vegetación, ver las aves volar y mantenerte en relación directa con la naturaleza, hacer contacto con los ríos y disfrutar deportes acuáticos.

Como la gastronomía también forma parte de la cultura y es un componente sustancial del turismo ecológico, Sereno de la Montaña tiene un variado menú donde el visitante puede elegir comida a su gusto para dejar complacido su exigente paladar. Cuenta con una comida criolla rica y abundante, es famoso su guiso de lentejas, también ofrece una comida poco conocida en la región: se trata del buche de perico, el cual es un caldo bastante parecido al sancocho, hecho con mucho maíz, con una sola carne, pero a gusto y exigencia del viajero puede pedir el buche de perico con carne mixta.

El complejo turístico Sereno de la Montaña complementa los atractivos naturales de Villa Trina, la ruta de una rica aventura, un viaje placentero de inolvidable experiencia. Disfrutar de una travesía en este magnífico lugar no es solo disfrutar de la naturaleza: es vivir la vida a plenitud. 

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